TRADICIÓN


Filosofía significa Amor a la Sabiduría y éste es uno de los múltiples nombres de Dios, junto a Fuente, Universo, Energía, Tao o como se prefiera. El Nombre es igual, el sentir, el saber lo que esconde y al mismo tiempo muestra, es lo esencial.


Hay una Unidad Trascendente de las religiones (re-ligare, es decir, volver a unir) y es la búsqueda que todos tenemos que hacer para cortar la raíz del sufrimiento. Así, hay taoísmo, budismo, hinduismo, catolicismo, todos esos -ismos buscando lo mismo, es decir, hay una tradición casi para cada persona y en todas, en su conocimiento más profundo o interior, subyace la idea de vencer esta mente y su flujo constante de pensamientos perturbadores para, así corrido el velo de la ilusión, encontrarse a Sí Mismo, el Gnosce Te Ipsum del frontispicio de la Academia. 

En la filosofía tradicional occidental sólo Pitágoras, Platón, Plotino Porfirio y pocos más, entendieron, vivieron  e intentaron mostrar ese Saber, en honor al mismo y con la generosidad y el esfuerzo dirigidos a que no se perdiese o enterrase bajo capas de barnices diferentes que pudieran ocultar su verdadero color...

Eso es lo que ha ocurrido hoy en día donde sin escarbar, profundizar y arrancar hierbajos, sólo se verá alguna flor más o menos aparente, pero que no resistirá los cambios de tiempo, y dejará oculta y sin mostra la verdadera raíz que la alimenta humildemente escondida bajo la propia tierra.

Es la Tradición Perenne que en Occidente se llamó Hermetismo o Tradición Hermética y que algunos como Marsilio Ficino o Pico de la Mirándola, intentaron rescatar del olvido en cierto momento. Y entre las Artes que propusieron están la Alquimia y la Cábala, ambas completamente distintas de lo que se ha hecho con ellas hoy en día.

En estos tiempos en que está tan de moda todo lo oriental, como sinónimo de Verdad y Realización, hemos olvidado lo que aquí tenemos. Todo es válido puesto que la Verdad se adapta a cada cual permaneciendo, paradójicamente, siempre siendo la misma.

La mayoría de los que hoy hablan de esa Tradición, tanto en su versión oriental como en la occidental, comparten esa perversión, a mi humilde entender intencionada, de disfrazarla con trajes bonitos para así no ver la deslumbrante sencillez, carente de adornos superfluos, que posee.

Todos somos iguales pues somos lo mismo, por supuesto, pero eso no significa que no existan diferencias de grado, momentáneas en la ilusión del tiempo, en cuanto al interés profundo y verdadero por Conocer se refiere, es decir, la Devoción bien entendida que debe presidir toda auténtica y sincera búsqueda.

Si quieres buscar busca.

Si prefieres encontrar, encuentra.

Pero hazlo con todo el corazón y toda el Alma puestas en el empeño.

Así tendrás el éxito asegurado, no el que hayas imaginado, sino el que te corresponde, nos corresponde a todos, por simplemente Ser.

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