¿DOS?

 


Los demás vienen a buscar lo que tú no quieres y lo que tú quieres, no lo vienen a buscar los demás.

Sri Shidarmeswar


Querer, desear, anhelar son conceptos que forman parte de nuestra vida, de ésta que hemos decidido adoptar, creer y seguir todo el tiempo sin cuestionar jamás su autenticidad.

Querer, desear, anhelar, son sinónimos de sufrir, apenar y doler, pues partiendo de la estación de la esperanza acaban siempre llegando al destino de la desilusión.

Cada cosa, concepto o idea que formulemos lleva consigo su contrario, cada cara de la moneda tiene su cruz porque todo aquí se sostiene precisamente en esa dualidad de experiencias como ladrillo y cemento sostienen, forman y constituyen el edificio de la realidad que decidimos habitar.

¿Realidad? 

Esta Ilusión se basa en la percepción y proyección que desde el flujo mental hacemos sobre lo único existente, como el óleo sobre el lienzo o la tinta sobre el papel. Y, como esos dos ejemplos, es precisamente una ilusión porque el papel empapado en agua se librará de la tinta y el lienzo del óleo, como si jamás hubiese habido imprimación alguna en su límpida superficie.

¿Quién quiere, desea y anhela? Esa es la cuestión. Lo hace quien cree que le falta algo, que vive en la carencia constante con el anhelo de encontrar en un momento dado aquello que todo lo resolverá. 

Busca, indaga, encuentra, pero sin moverte ni un milímetro de TI, sin viajar, pedir y rogar a ningún maestro (cosa que cualquiera que se precie de recibir ese nombre jamás permitirá) salvo a TI.

Abandona pues la dualidad y luego, cuando comprendas, deja de lado también la No Dualidad, pues, en caso contrario, habrás traspasado una puerta que te permitirá una felicidad enorme comparada con la situación anterior a ella, pero que seguirá siendo ilusoria.

El tren se desliza sobre dos raíles que solo ve como uno, hechos del mismo material.

Las olas hacen lo propio sobre el mar.

Y Tu, que eres tren, ola, mar, rail, y nada de eso a la vez, te deslizas sobre tu Ser sin que nada te sea ajeno ni propio, pues sencillamente Eres, sin más, sin conceptos, ideas o creencias absolutamente innecesarias para Ser.

Lo que tú quieres ya lo eres.

Permanece tranquilamente y deja de buscar.


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