NOMBRE

 

Si tienes un nombre careces de todos los demás puesto que desde el mismo ya estás diferenciado, con sus características, asociaciones más o menos afortunadas, descripciones personales, familiares o laborales, que te etiquetan como producto del supermercado onírico donde se manifiesta la ilusión.

Si tienes un nombre se te llama tal o cual y dejas de ser YO para ser Yo soy....

Si tienes un nombre quizás puedas sumergirte en el torbellino de si es bonito o feo, si te describe o se aleja de ti, es decir, caer en el huracán de las comparaciones que amenazan con hacerte olvidar tú realidad.

Claro que también puedes indagar y preguntarte si realmente respondes a todas esas características y descripciones que constantemente te lanzan al nombrarte, si te definen hasta tu más profunda intimidad, si, en definitiva, ese nombre es TU.

Si las cuestionas algo comenzará a removerse, a descorrer los velos de la ilusión y, si persistes y no te asusta la ausencia de todo, la presencia de nada, lo verás como algo extraño a TI, a ese ti que aceptaste como distinto de los demás "ti" que te rodeaban desde siempre.

Porque se nombra el nombre pero no tu Esencia, eso que eres más allá de etiquetas soñadas que separan, clasifican y, por tanto, alejan del Camino.

Comprende qué son esos nombres, para qué y dónde sirven, y desde ahí te darás cuenta que se refieren sólo al personaje que crees vivir pero que sólo es interpretado en la pantalla de la existencia manifestada.

Sólo hay un Actor, un Océano, un Espacio, un barro primordial desde el que todo se hace para luego disolverse de nuevo en el mismo, como loza más o menos preciosa, según los ojos del resto del ajuar, como joya fundida en el oro del que se moldeó, como vacío donde todo ES.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta con total sinceridad e interés. La Libertad no necesita de halagos.