SATSANG


 

P: ¿Puede uno encontrar la «Liberación» sin Guru solo con libros y práctica ?  No tengo Maestro.


R:  La Liberación no es algo a encontrar aunque la mente nos convenza de que hay que realizar una búsqueda para hallar eso que cree haber perdido. Simplemente, entiende bien esta palabra, se trata de comprender, de ver la falacia en la que nos movemos y de convencernos, primero intelectualmente, hasta que surja esa convicción espontánea que en nada se parece a las palabras, pensamientos o ideas que usamos o más bien nos usan a cada instante.

Siempre hay un Gurú, en cada día aparecen muchos en forma de pequeñas comprensiones,  y si necesitas uno físicamente presente aparecerá, sin duda alguna.


P: Es que tengo ya una edad avanzada...

 R: La edad es solo una ilusión producto del cuerpo porque tú anhelo vivo sigue ahí, aquí, independientemente de las fuerzas que ese cuerpo parezca tener en mayor o menor medida. El Maestro, el Sadguru, es Uno, es No Dos, sea cual sea la figura corporal que en cada momento, época y lugar decida utilizar para expresarse. Seguir a un Gurú requiere de una cierta diferenciación entre verdadero y falso, cosa asimismo ilusoria por su propia definición, pero que en cierto momento parece mostrarse como una etapa para poder ver la realidad que, tras ese manto de ilusión temporal, espera a ser reconocida de nuevo.

Libros, práctica, maestros, son simples muletas que ayudan a caminar algo más erguidos y en la dirección adecuada, aunque, cuando emanan el perfume de lo auténtico, de lo veraz, te llevarán a las puertas de tu casa que desde siempre esperan completamente abiertas de par en par a que dejes de vagar y entres de nuevo a tu verdadero Hogar.

El esfuerzo es uno más de los trucos del flujo de pensamientos para mantener la errónea idea de que hay alguien haciendo algo, junto con la separación en mejores o peores maestros, enseñanzas o métodos. Sri Ramana, Nisagardatta Maharaj o Ramakant Maharaj, son exactamente lo mismo: expresiones físicamente diferentes del único Sadguru, adaptando el lenguaje universal y único de la Presencia a los momentos particulares.


P: Desde hace ya algunos años siento un desapego de las cosas mundanas y esto es cada dia mas importante. Resulta que no se que hacer cuando me solicitan para hablar de política, ver une película, comentar la actualidad, leer literatura, etc…. y muchas veces siento que estoy huyendo para que no me soliciten. Yo se que todo es Uno, no hay ni bien ni mal,  soy la vida sin limites, el absoluto. Es quizás en mi un problema de aceptar lo que esta aqui y ahora…

R: Lo que comentas es algo absolutamente normal que puede aparecer en cierto momento y forma parte de lo que denomino "darse cuenta". El mundo, tal y  como es conocida por esta manifestación, llámese Juan o Pedro, es una ilusión que una vez vista deja de tener "interés" para el Ser sin ser que realmente somos. 

Todo lo que puede definirse son objetos, conceptos y, por ende, ilusiones, no realidad, incluidas las relaciones sociales. ¿A quien le gustan o desagradan esas relaciones sociales? A la misma manifestación que se plantea las dudas, quiere mejorar, despertar o encontrar ese algo que cree desaparecido y que necesita de aprobación para mantener el sueño en el que habita y que, como refugio, ha construido en torno a sí mismo.

Desde ahí, una vez que te das cuenta de ello, es un buen lugar para meditar sobre tus cuestiones y comprenderlas más y mejor. Sea lo que sea que sientas, solo contémplalo, se testigo de ello, y sigue fluyendo, sabiendo en todo momento que no eres eso, como el Mar no es la ola que se considera separada y diferente.

El Naam Mantra sacará todo eso a la superficie por supuesto pero solo para que lo atestigues, nada más, sin empaparte de ello ni analizarlo, pues la comprensión, la Convicción, surgirá por sí sola, sin que tu "esfuerzo", entendido éste como tu voluntad de hacedor, sirva en absoluto para lograrla.


P: Yo todavía  no hablo el idioma « advaita » pero lo comprendo.

R: El lenguaje, los lenguajes, son una herramienta de comunicación para entendernos de la mejor manera posible en esta manifestación y, como toda herramienta, susceptibles de error, de fallo, en su intento de transmitir la Verdad. Así, el "idioma Advaita" entra también en esa definición pero con una salvedad: más allá de las palabras empleadas, este idioma emana y se habla desde el SER y, ahí, no hay dualidad, diferencias o divisiones. Cada cual lo expresará "a su manera", con el estilo lingüístico que le es propio pero la esencia será entendida por todos aquellos que la lean más allá de las palabras empleadas.

Querer imitar o adoptar poses "lingüísticas", más o menos parecidas a otras ya vistas, esconde, en realidad, otro aspecto de la personalidad separada relacionado con la necesidad de encontrar un referente característico y representativo del "Saber". Si hablo, escribo o actúo como otros reconocidos ya como sabios, entonces lo que realizo es verdadero.

Es el gran error, una vez más, provocado por aquello que no tiene interés alguno en que comprendas. La Fuente, Consciencia, Esencia, Presencia, Verdad, Dios, es No Dos y, por tanto, completamente ajena a la manera en que se intente expresar: no le afecta, ni roza siquiera, la superficie de su pureza esencial, la cual permanece inmaculada pues se emite o emana, permíteme la expresión, de corazón a corazón, es decir, Dios se habla a Sí Mismo, sin más.

¿HACEDOR?


 

Ha comenzado el año y de seguro sigues considerando que eres hacedor de las cosas que te ocurren, de aquello que, en apariencia, surge de ti. Crees aún que tus pensamientos son tuyos que los emanas sin cesar de forma voluntaria como bastón de apoyo y farol que alumbra mejor el camino que crees, asimismo, recorrer con tus pies.

Pero el bastón no es de apoyo alguno sino de anclaje en la tierra, en esa materia que todo parece protagonizar, para hundirte en arenas movedizas de donde te cuesta escapar, formadas de tantos pensamientos que te embarran más y más en lugar de mostrarte el volar en el verdadero aire.

El farol es un remedo del sol, de ese que es la verdadera imaginación, la que produce la magia, a diferencia de la cual te hace creer en su luz repleta de fantasías que tan solo alumbran la senda que él quiere mostrar.

Tus pies se mueven solos, dirigidos por las órdenes del pensamiento, en lugar de actuar según el flujo de la verdadera vida como hace tu respiración o el latido del corazón. Si tuvieses que dirigir a ambos no vivirías ni un segundo.

¿Quien hace algo? ¿Acaso ese conjunto de carne y huesos que crees hizo algo por sí mismo realmente alguna vez? ¡Qué tontería! me dirás, para mantenerte a salvo de la verdad: el reconocimiento de tu esclavitud, en lugar de tu libertad.

La complicación y el esfuerzo son las redes del fluir mental para mantenernos como peces que se creen libres porque ven a su través el mar, aunque sin jamás surcarlo. Hace que aleteemos encerrados en la jaula en lugar de correr por el ancho mar. Impide que veamos que somos ese Mar sin diferencia entre pez, ola y viento que lo impulsa.

Lo que denominas "ser humano" es el conjunto de cuerpo y pensamientos que desde luego necesita participar del juego de las relaciones sociales para seguir perpetuandose y diferenciándose. Pero el verdadero Ser, más allá de esas dos limitaciones descritas, no necesita de nada de eso puesto que no ve diferencia, tal y como una ola no necesita relacionarse con otra pues sabe que son el mismo Mar. Cuando la ola lo ve claramente ya no disputa, hiere o necesita de nada más: sigue elevándose y bajando pero ya nada es igual, sabe que es mar y no ola y sigue jugando....Y ningún esfuerzo hay que hacer!!

Si en la noche oscura ves una serpiente en lo que es una cuerda enrollada te asustarás, pero, cuando comprendes que es una cuerda en realidad, la serpiente ya jamás volverá a aparecer.

Ningún esfuerzo fue necesario, solo la comprensión, el darse cuenta, hizo que desapareciese por sí misma.

Recogerse en sí mismo, como cuerda enrollada, permite disolver la ilusion mediante el reconocimiento de la verdad, esa que los velos fantasiosos ocultaron todo el tiempo bajo el manto del esfuerzo y la necesidad del lograr.

Morir a la ilusion es despertar a la Realidad para luego ver que no hubo jamás ilusión, despertar ni nadie que las viese.

DIALOGO

 


P: Hay días que no puedo más, que creo haber fracasado, que mi práctica no funciona, que el deseo del mundo me posee con más fuerza que antes de comenzarla..

R: Espera un momento, permíteme interrumpir. ¿Quién es ese que no puede más, que se atribuye ser el hacedor de esa "práctica" e incluso de calificarla de exitosa o fracasada? Dices que todo eso ocurre algunos días pero en realidad lo que estás diciendo es que se trata de algo mutable, cambiante, sujeto por tanto a las vicisitudes de lo cotidiano, de lo manifestado. Sin embargo tú práctica la encaminaste en pos de lo Eterno, lo Inmutable, hacia aquello que sentías te faltaba porque precisamente el mundo, y ahí entra " el deseo..", no podía cubrirlo ¿Es correcto?

P: Si, así es, pero...

R: Ese "pero" es más de lo mismo de lo cual te quejas. Te sigues atribuyendo una entidad que no te corresponde, que te limita, encoge, empequeñece, como si todo el mar cupiese en un pequeño dedal. La práctica no consiste en quejarse o discriminar la valía de la misma según el día de que de trate, sino que, más bien, es un darse cuenta, una vigilancia sobre todo aquello que precisamente tratas de abandonar, es intentar descubrir la falsedad de lo que considerabas cierto, de la ilusión tras el velo que ella misma corrió sobre tu Ser, opacando el oro y haciéndolo ver como plomo.

Nada hay en ello que puedas utilizar porque nadie hay que pueda utilizarlo. Cada mañana al despertar durante unos segundos estás en perfecta pureza, sin más, no hay pensamientos, quejas, fracasos o éxitos sino solamente la Pura Presencia de Ser. El Sol no discute sus llamas, la hierba crece sin pensar en las operaciones secretas y maravillosas que obran el milagro. Y tu ¿Crees saber más que ambos?

Esa es la locura que ciega al Cíclope, que desata la furia de los dioses, que transmuta el oro en plomo haciéndole perder en apariencia todo su brillo.

Abandona eso centrándote en Eso.

P: ¿Qué quieres decir?

R: Que dejes de lado todas esas ideas pero que al mismo tiempo te centres en observarlas, contemplarlas como lo que realmente son: una proyección sobre la pantalla de la existencia a la que puedes asistir como mero espectador.

La trampa solo es una: la creencia de ser un hacedor de algo en un mundo de niebla que se desvanece a cada instante, siempre cambiante, ausente de certeza. Nadie en su sano juicio buscaría la llave que perdió al otro lado de la calle bajo el farol del otro extremo de la ciudad porque allí "hay luz".

La luz, lo que ilumina, el que ve, la iluminación, son todos sombras, aspectos descafeinados de la Única Realidad que no conoce de Dos.

Nadie puede verlo, saberlo, conocerlo.

Ello se conoce a Sí mismo.

¿QUIEN SABE?

 


¿Quién sabe algo? La misma pregunta expresa la ignorancia desde donde se formula, puesto que el que sabe carece de pregunta alguna.

"Quién" es el concepto habitual empleado por la Ilusión para seguir manteniendo la ignorancia, trampa esencial y fundamental donde sostener y basar su reinado. Solo se puede gobernar a súbditos, pues sin ellos ¿Quién gobernaría?

Date cuenta que toda pregunta encaminada en esa dirección, emanada desde ese mismo origen, es falsa por pura definición y, más aún, si pretende encontrar una respuesta adaptada a los conceptos empleados en su elaboración. 

La única respuesta posible es "sin respuesta" pues toda llama, por más pequeña, grande, cálida o ardiente que parezca, sigue siendo llama emanada del mismo fuego. Así, todo concepto por más elaborado que sea sigue siendo sólo eso, un concepto más y, por tanto, sujeto al cambio, a la opinión, perecedero.

Lo Único no puede ser definido o encerrado en palabras, solo, a lo sumo, se puede intentar sugerir, a la manera de "....la cosa se parece a...", sin que nadie pueda servírtelo en bandeja de plomo, plata, o de oro, metales todos ellos sujetos a transformación, y atrapados en una jerarquía de supuesto valor que depende, una vez más, de conceptos que deciden su valía.

Sospecha de esas preguntas, deja de buscar respuestas, consulta los textos, diálogos, frases que, en lugar de confirmarlos, refutarlos o comentarlos, los deshacen llevándote al vacío, al borde del acantilado desde la cual dar el salto de Fe que traspasa toda razón, todo discurso, toda mente empeñada en hacerte ver que te despeñarás en el intento.

¿Quién sabe algo? 

En el silencio de la no respuesta lo sabrás.

¿Y QUÉ?

 

¿Y que? ¿Cuál es el problema? Que la vida parezca golpearte sólo puede cobrar fuerza cuando te aferras a esa imagen y desarrollas toda una batería de pensamientos, juicios, oponiones y sus correspondientes emociones en forma de quejas, victimismos y demás artillería pesada de la mente que todo lo intenta controlar.

Porque para que la vida golpee debe haber alguien a quien golpear y, por imposible que te parezca, no eres TU. Cierto es que el entrenamiento basado en un condicionamiento casi constante a partir de los tres años de edad, aproximadamente, te ha hecho creer que era ese ser que se contempla en el espejo y, al mismo tiempo, ha conseguido que olvides todo aquello que SI eres, la única y verdadera Realidad del Ser.

Por eso es difícil y complicado intentar comprender la falsedad de ese sufrir  empleando la misma herramienta creadora del mismo. ¿Comprendes? No puedes apagar fuego con gasolina ni borrar una mancha de tinta con más tinta.

La solución pasa por, mediante un esfuerzo verdaderamente titánico, resistir los embates de los pensamientos y, por un instante, detenerse e investigar usando, de esta forma sí, esa misma mente en lugar de permitir que sea ella quien te use a ti.

Es tremendamente sencillo y la clave de esta verdad radica en que tus pensamientos harán lo imposible por desvirtuarla pues gustan de lo complejo, del esfuerzo, de resaltar tu supuesta "valía personal" sobre la valía de los demás.

Si quieres probar hazlo y si aún no lo sientes así, sigue navegando pero plantéate la posibilidad de que todo esto sea verdad y que el sueño, por más vívido y real que parezca, sigue siendo sólo un sueño que se contempla al despertar.

¿Quieres probar?


LO QUE NO SOY

 


No se lo que soy. Creyendo durante casi toda una vida que este cuerpo y sus pensamientos eran lo que el nombre que me fue dado representaba, sufrí navegando un mar en el que me sentía completamente incómodo, desubicado, fuera de lugar.

La mente, ese interminable flujo de pensamientos, solo intenta perpetuarse a sí misma y en cuanto se le echa la mirada encima, se acobarda y retrocede, aumentando primeramente su fluir letal para, inmediatamente despues, esconderse bajo miriadas de inútiles pensamientos que en ese momento comienzan a verse como lo que son: representaciones de personajes en una obra de infinito teatro.

No se lo que soy, es cierto, pero si se perfectamente lo que NO SOY.

No soy este cuerpo con sus cambios, esos pensamientos con su agotadora forma de intentar perpetuarse, movimiento tras movimiento, variación tras variación, en una procesión interminable de algo que no tuvo origen ni tendrá fin.

No soy todo aquello que se mueve, que cambia, que es perfectamente definible, poerque lo que se puede conceptualizar es un objeto y, por tanto, algo perecedero, finito, cuya existencia efimera desaparecerá mas temprano que tarde.

No soy ni siquiera uno de los átomos que componen el cuerpo, no soy el grano de arena que contiene el Todo, ni un planeta de tamaño infinitesimal comparado con el de la mas pequeña galaxia. No soy todo aquello que puedo conceptualizar, incluidas las ideas que sobre "mi" y los "otros" surgen cada mañana.

No soy ni puedo ser todo aquello que puedo ver y por tanto no soy el que ve ni tampoco el que "ve al que ve" puesto que ambos se sitúan en el mismo oceano infinito, eterno, inamovible, siempre el mismo, donde el mar de la existencia ocurre, sucede, acontece, ES.

 Saber lo que no se es resulta de suma importancia en este caminar oscilante, porque permite ir eliminando las barreras, las murallas artificiales y artificiosas construidas en torno a esos tres añitos, hasta donde todo estaba bien, todo simplemente era, sin mas ni menos.

Saber  lo que no se es permite quitar las capas de la cebolla con lagrimas de felicidad en lugar de sufrimiento, despejar el cielo de nubes, realilzar el santo matrimonio entre Cielo y Tierra, la sagrada Boda donde ambos novios se dan cuenta que jamas fueron otra cosa mas que lo que ES, sin separación alguna.

 Dedica cada dia un momento a darte cuenta de lo que no eres, abandonando ese estraño y ajeno habito de buscar lo que crees ser, la confirmación en todo de la idea previamente concebida sobre lo que eres o "debes ser", todo ello fruto del sueño y de quien gusta de mantenerlo y mantenerte por toda la eternidad.

 Insiste a pesar de viento y marea, de nubes y tormentas.

Persiste a pesar de "ti" .

El fracaso no podrá tener lugar pues el éxito ya está garantizado de antemano.

 Bendiciones.

¿POR QUÉ?

 


¿Por qué pasa todo esto? Te preguntas. Y sea lo que sea "todo esto" la pregunta conlleva una queja fruto del mismo que la formula. Porque..¿Te has parado a pensar quién realiza tal pregunta?

Obcecados con la necesidad de sentirnos queridos, apreciados y valorados, todo lo que acontece en esta manifestación, lo filtramos según ese tamiz basado realmente en la importancia personal. Así creamos justicia e injusticias, alegria y pena, pobreza y riqueza, solidaridad y egoísmo, todo ello en la eterna lucha de contrarios que la mente quiere que se mantenga.

Pero es que la pobreza, la injusticia, la pena y el egoísmo existen, me diras. Así es, te contestaré, existen en el mismo sitio, lugar y entidad que las ve, las marca como diferentes, las proyecta y las establece como medida de comparación para establecer su posición social, personal y vital.

Quien realiza esa pregunta y ve el mundo como algo que le sucede a alguien, se encuentra completamente alejado de la la Realidad y sumergido, por tanto, en la ilusión tejida por Maya con la aguja de la mentira y el hilo de la falsedad.

¿Crees realmente que cada momento que vives es mensurable en términos de bueno o malo? ¿Qué tiene de alegre o triste cada suceso que acontece en el fluir vital si no lo juzgas, piensas o valoras?

La Belleza existe por sí misma, sin necesitar que nadie se lo diga; el mar oscila en sus mareas sin preguntarse por qué o cómo se produce esa oscilación, si está bien, mal, mejor o peor; el espacio, donde todo tiene lugar, se ofrece como pantalla de cine a que ocurra la manifestación sin queja alguna.

Si analizases con honestidad absoluta tu supuesto devenir verías que, justo antes de pensar sobre cada rasgo del mismo, todo está bien, sin mácula, sin roturas, sin nada de lo que, en el preciso momento de juzgarlo mediante cadenas de reiterados pensamientos, surge como un torrente desbocado arrastrando la paz que ya poseías, que ya eras.

Seguramente no lo harás y preferirás demostrar tu conocimiento criticando o juzgando estas palabras, cuando no despreciándolas directamente en base a argumentos aparentemente sólidos.

Da igual, pero date cuenta que quien criticará, juzgará y despreciará con "argumentos de gran solidez" será siempre quien formula la pregunta del principio y que gusta de mantenerte en esa diatriba de la separación, la diferencia, el tú y el otro.

No puedes comprenderlo pensando.

Solo dándote cuenta, sin más.

Ni menos....