ARENAS MOVEDIZAS


El mundo es una ilusión tan real que hizo que olvidásemos la grandeza que poseemos y somos a tal grado que ocupa por completo nuestro existir. Sujetos a su embrujo actuamos como autómatas siguiendo las instrucciones que la mente nos da en consonancia a los estímulos con que constantemente somos bombardeados, tanto en lo que de refiere a objetos materiales como a los mentales en forma de pensamientos cargados con deseos y anhelos urgentes de satisfacer.

FUEGO


Mantén la llama, aviva el fuego, no permitas que nada ni nadie te convenza de abandonarlo, de que no dará el calor que buscas, porque lo perderás.

SER SIN SER


Ya vimos que no eres el cuerpo, ni tampoco eres esa mente que te habita, entonces la pregunta que surge es la misma que, desde siempre, ha estado ahí presente ¿Quién Soy?.

TU CAUSA


La Paz no vive fuera, en lugares lejanos sino en ti. 

La Felicidad ni se compra ni se vende sino que simplemente ocurre cuando se vacía el baúl de recuerdos propios y ajenos y encuentra el sitio donde ubicarse y aparecer, en el que surgir como semilla caída en buen terreno.

NOMBRE Y FORMA


Forma y nombre nos son dados al entrar en esta vida y con ellos las barreras y límites que, como murallas de un castillo, nos rodean e impiden la plena expansión. Y da igual que sea más o menos hermoso, que sus murallas sean más o menos altas de mejor o peor calidad, de más duro o blando material, pues, independientemente de ello, siguen siendo murallas que limitan, separan y aíslan.

NO ERES LA MENTE



Ya vimos que no somos el cuerpo, ni lo fuimos ni lo seremos jamás pues tras sus constantes cambios y modificaciones siempre estamos ahí, inamovibles, sintiendo y siendo eternamente iguales más allá de sus condicionamientos e influencias.

NO ERES EL CUERPO


Todos nos miramos alguna vez en un espejo y vemos el cuerpo y decimos "soy yo" pero es solo un reflejo, un espejismo de lo que verdaderamente ocurre y es. La Presencia en cierto momento decidió percibirse a sí misma y entro en un cuerpo, como si el Buen Vino se vertiese en una jarra o el Oro decidiese bajo la batuta del orfebre adoptar la forma de la mas hermosa joya.