EL TREN


Todo lo que existe aquí abajo, en esta manifestación que compartimos, en este sueño donde todos soñamos al mismo tiempo, vibra, se mueve, desde el más enorme océano hasta la más pequeña porción de tierra. Su estructura está basada en el movimiento: átomos girando, electrones danzando alrededor de un núcleo que a su vez, en su aparente estacionamiento en un supuesto centro, vibra igualmente. Es como el Sol alrededor del cual todo gira: en apariencia se mantiene ahí estático, sin desplazarse, pero lo hace junto con todo el sistema además de interiormente ser un torbellino, una auténtica tormenta de movimiento y vibración.


Hay una quietud más allá de todo eso que, ajena a las mutaciones y cambios que experimenta todo lo existente, se mantiene igual desde siempre sin posibilidad de ser distinta, diferente, otra, porque es Todo.

Testigo de ello, conoce desde esa falta de agitación todo lo que se agita y lo ve desde quien sabe por que sí, porque no sabe no saber, porque conoce sin pretensiones, como tú sabes que eres un hombre o una mujer, o que  ese canto melodioso que escuchas es un ave que te regala un momento de belleza cantando ajena a tu opinión. Lo sabes sin más y no entras a analizar, discutir o elucubrar al respecto.

Contemplar la agitación desde ahí impide que se contagie de la misma como cuando ves una película donde saltan en paracaídas desde la tranquilidad de tu sofá. 

Cuando la "pruebas" por un instante y luego por otro, ya nada vuelve a ser igual. Participas de la agitación, te mueves con la vibración del momento, sea la de un plácido paseo de pura belleza al oir una voz melodiosa, sea en la tormenta de una discusión, sea en las risas de una celebración. Vibras un instante pues tu naturaleza es pura vibración y al instante siguiente estás de nuevo presenciandolo Todo desde ese reposo desnudo de ideas 

Bajo esta bandera del movimiento constante se busca conquistar el Castillo del descanso y la Paz eternas y  eso conduce al error puesto que siendo pasajeros de un tren en marcha, sentados en uno de sus vagones, nunca se puede eludir el movimiento que le hace desplazarse, como no se puede evitar la luz del sol en pleno y árido desierto.

Por eso la frustración continua, las ideas equivocadas sobre cómo, dónde y cuándo "alcanzaré" esa Paz. El flujo continuo de pensamientos es ese tren que una y otra vez hace creer, al parar en la estación de la risa, del llanto o de la esperanza (eso sí, hecha a nuestra medida, según nuestra semejanza, gusto y necesidad) que se ha conseguido llegar a la meta, al destino ansiado cuando, de inmediato, vuelve a lanzarse a los raíles de la vida agitada sin importarle lo más mínimo lo que tú quieras.

La ilusión sólo se descubre cuando se encienden las luces y ves que estabas en la sala de proyecciones, cuando el tren llega a vía muerta sin posibilidad de avanzar más, cuando abandonas el sueño forjado de ideas que consideras propias y dejas de luchar contra los elementos de entre los cuales el más fuerte, el más peligroso es ese que crees ser y que constantemente te invita a seguir viajando en el tren de sus deseos, que no son tuyos.

La película deja de verse en cuanto se cierran los ojos y, pacientemente, te quedas ahí, sin reaccionar al sonido envolvente que proyecta situaciones que no son Tú.

El tren se abandona bajándose de sus vagones, repletos de personajes ficticios que sólo quieren contarte su historia, incluido el personaje que interpretas, sin interés alguno por la tuya.

La Paz no se puede alcanzar pues no sé encuentra en un lugar lejano, cercano, elevado o bajo sino que YA la eres aunque el viaje haya hecho que la olvidases.

Cuestiona tu tren, observa las agitaciones que te producen sus vaivenes y cuando así lo sientas, bájate con las ganas de quien ahogándose toma un poco de aire, con la devoción de quién pide y reza con todo su Ser, con la Fe y confianza de quién intuye, aunque sea levemente, que todo es irreal, un sueño que por ser compartido no se vuelve más verdadero.

Es tu elección, aunque ya esté tomada de antemano, a la cual llegarás sí o sí.

Sólo depende de si quieres seguir viajando.....

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