DIALOGO


 

Pregunta: ¿Qué hago aquí abajo, en este mundo tan locamente sufriente donde todo es tan complicado?

 Respuesta: Haces lo que todos, ni mas ni menos, surcarlo como ola de un inmenso mar. La complicación aparece recubierta de pensamientos que cuando se escrutan no tienen ni el más mínimo viso de realidad.

¿A quien le resulta difícil o complicado? preguntas, y respondes “a mi”. Pero en realidad es ese mismo fluir de pensamientos el que te plantea la pregunta y elabora la respuesta. Sólo hay que mantener esa observación sobre ellos una y otra vez, sin más, para darse cuenta. Así de sencillamente difícil.

Podemos razonar y conversar sobre una situación determinada y su aparente dificultad y, al final de la misma, si lo dicho suena convincente a esa mente elaboradora de ilusiones, le dará “la razón” y lo aceptaremos. Pero siempre, en todo momento y ocasión, se tratará sólo de un trámite intermedio para llegar a idéntica conclusión: “no era tan terrible como parecía al principio”. Ahora bien, ¿necesitamos ese trámite intermedio, esa burocracia mental? ¡¡En absoluto!!

 Si quieres realizar un viaje a un lugar de tu interés y sabes que puedes ir de forma directa en tren desde el origen al destino ¿para qué vas a primero coger un autobús hasta un sitio a mitad de camino para luego allí subirte a una bicicleta que te lleve hasta otro tramo mas adelante y finalmente coger un tren distinto hasta el destino final conducido no se sabe bien por quién?

 Pregunta: Madre mía, No se quién soy en realidad.

 Respuesta: ¡¡Exacto!! Lo acabas de ver con totales claridad y rotundidad, sin intermediarios innecesarios que ensucien el paisaje. No sabes quién eres porque no eres lo que crees ser, lo que te recitan como un mantra esos pensamientos día tras día, hora tras hora, segundo a segundo. Y lo mas interesante es que esa insistencia en ese recitar se incrementa cuando ven que se ha abierto una ventanita por donde comienza a entrar la luz. Así que en realidad son buenísimas noticias.

 Si ahora mismo en sólo un minuto de nada pudieses cerrar los ojos y observar esos pensamientos, como desde atrás, sin esfuerzo, justificación o crítica alguna, sólo mirarlos de forma imparcial y objetiva con total calma y tranquilidad, sin dejarte arrastrar por ellos, comprobarías la irrealidad de los mismos, el alejamiento de lo que realmente Eres que propugnan y aparenta ocurrir y que sin su intervención nada es complicado.

La Vida siempre borra de la pizarra única y común a todo y todos aquello que no se necesita, y lo hace independientemente de que a ti te guste la frase que con tiza de sufrimiento escribiste cierto día en ella.

Pero, al mismo tiempo, cada uno debe borrar asimismo de la propia pizarra todo aquello que, aunque lleve escrito siglos, no sirve ya de nada.

 La espuma mas alta de la mas alta ola, al otear el horizonte, se creerá que es única y diferente al resto y habrá olvidado de dónde emana y dónde está. Pero eso al mar no le importa, sigue en su infinitud contemplándolo todo sin nada ni nadie que le diga lo que  debe hacer pues conoce perfectamente que las olas son su expresión infinita y constante pero sin que El se limite y encapsule en una sola de ellas de forma diferenciada. Suben bajan, se evaporan, cambiando de estado en una danza eterna pero, en todas esas transiciones, siguen siendo mar.

La felicidad está a menos de un milímetro de cada uno de nosotros.

¿Para qué salir a buscarla fuera?

2 comentarios:

  1. Eso es a lo que se refieren las verdaderas Enseñanzas: "El despertar. Despertar de este sueño que nos mantiene inmersos en la ignorancia de nuestra verdadera Naturaleza.

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    1. Para luego darse cuenta que nadie despierta pues nadie jamás durmió. Gracias 🙏🏼

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